lunes, 12 de agosto de 2013

Capítulo 20


Subí a mi habitación a comérmelos tranquila. Puse música en mi portátil, mientras entré en twitter.
Escuchaba música a todo volumen, cuando oí tres toques en la puerta.
-Pasa- grité.
-Hola- dijo Harry abriendo la puerta. Me quedé mirándole embobada. -¿Puedo pasar-
Asentí.
Entró y se sentó en la cama.
-Nerea…- suspiró -sabes que siempre voy a estar contigo¿no?-
Volví a asentir.
-Nerea, no veo bien lo que vas a hacer mañana-
-Uf, Harry, me dijiste que me ibas a apoyar y a estar de mi parte-
-También te dije que te iba a cuidar, y yo soy un hombre de palabra-
-Oye- coloqué mis manos a los lados de su cabeza y le miré a los ojos –Harry, confía en mí, por favor-
-Cómo te pase algo, te juro que no me lo perdono- Le di un beso en la frente. –Ahora baja a comer, que hay ensalada de pasta-
Bajé, y me senté a comer con los demás.
-¿Has cambiado ya de opinión?- dice Liam.
Negué con la cabeza.
-Joder, ¿puedo hacer algo, o vas a seguir en las mimas?- dijo Andrea algo alterada.
-Tranquila, a esta nada le va a hacer cambiar de opinión- comenta Silvia.
Después de comer, nos sentamos todos en el sofá.
Yo estaba sentada entre Louis, y Harry.
-¿Queréis conocer a Ed Sheeran?- pregunta Louis.
-¿A qué viene eso?- pregunta Zayn.
-Ya lo conocemos- responde Andrea.
Louis me mira extrañado.
-¿En serio?-  me pregunta.
-Sí, nos lo encontramos de camino al backstage, y nos echamos fotos con él- responde Mayka.
-Bueno, pero, ¿y si le llamamos ahora y jugamos al baloncesto?- pregunta Liam.
-¿Y no estará ocupado?- dice Mayka.
-No. Es decir, le llamo y ya está- dijo Louis llevándose el teléfono en la oreja.

                                                   ************
Cada uno estaba en su habitación poniéndose un chándal para jugar. Los chicos en casa tenían dos canastas justo al lado del garaje, así que no tendríamos que movernos en coche para nada. Bajamos para ir entrenando. Yo me puse unos pantalones cortos de chándal Reebok, negros con rayas a los laterales lilas y una camiseta negra también, y los tenis más viejos que encontré. Cristi se puso unos pantalones cagados que le llegaban por la rodilla grises, y una camiseta de manga corta blanca, Mayka unos pantalones cortos rojos con una camiseta de tirantes gris, Andrea unas mayas oscuras con una camiseta amarilla de mangas cortas, Silvia se puso unos pantalones largos y anchos, color negro, con una camiseta morada.
Niall se puso una camiseta de tirantes ancha blanca, con unas mayas de baloncesto, Liam unos a la altura de las rodillas amarillos y negros con una camiseta de mangas cortas gris, Louis unos verdes, también por las rodillas , con una camiseta blanca, Harry unos pantalones negros, un pelín más altos de las rodillas, con una camiseta negra de mangas cortas, y Zayn una camiseta de baloncesto, u unos pantalones por las rodillas rojos y negros.
Los chicos se picaron, y empezaron a tirar canastas, las chicas nos aburriamos, así que nos metimos en ese pique, y les quitamos el balón a los chicos.
Cristi, Silvia y yo estuvimos apuntadas en baloncesto unos dos años cuando éramos más pequeñas, pero, no nos sirvió para ser buenas, sino para saber jugar.
Estábamos jugando entre nosotros cuando vimos aparcar justo en frente de nosotros un 4x4 negro con los Cristales oscuros. Se bajó Ed, y del asiento de al lado salió un chaval no mucho mayor que nosotros.
Inmediatamente dejamos de jugar para saludarles. Ed se acercó y saludó a los chicos.
-Hola- nos dijo mientras nos daba un beso en la mejilla a cada una. – Por cierto, este es Ashton- Ashton hizo lo mismo, parecía que los chicos tampoco le conocían.
-Bueno ¿qué? ¿jugamos? - Dijo Zayn botando el balón.
Nos dividimos en dos equipos.
Ashton, Zayn, Cristi, Niall, Mayka y yo íbamos en uno. Ed, Louis, Harry, Liam, Silvia y Andrea iban en el otro.
Pasamos la tarde jugando. A eso de las 19:30h paramos para tomar algo.
Entramos dentro, y las chicas servimos unos refrescos y bocadillos, que llevamos a la mesa de café del salón, mientras los demás estaban charlando en el sofá.
Lo dejamos todo en la mesa y nos sentamos a hablar con ellos.
-¿De qué habláis?- dijo Cristi mientras se sentaba.
-Les estoy echando la bronca por no presentarme a sus novias- dijo Ed mientras les miraba con cara de asesino.
-Ed, no somos novios eh…- dijo Silvia.
-Es lo que le hemos explicado-
-Ed, una pregunta, ¿ni si quiera te recuerdan a algo nuestras caras?-
-Pues ahora que lo dices… -entrecerró los ojos y se quedó pensando. –Hostia, ¡ya caigo! Sois las de…- hizo una pausa, pero no continuó.
-¿Las del O2 Arena puede ser?- dijo Mayka.
-Sí, sí. Lo sabía- dijo Ed mientras reía.
Todos reímos.
Yo era muy fan de Ed, su música me hacía viajar y olvidarme de toda la mierda de la sociedad.
Me encantó saber un poco más de el y conocerle, sabía que era una persona increíble, pero pude confirmarlo.
-´¿Y cuánto tiempo pensáis quedaros?- preguntó.
-Pues, hasta final de verano, las chicas volverán a España, y seguramente yo también, porque no creo que me cojan en Cambridge, así que…-
-Bueno, aun que tú te vas mañana a España- dijo Mayka.
-No toquemos más el temita, por favor- dije seria.
-¿Te vas mañana a España?-
-Sí, Ed, me voy a la boda de mi hermano con un amigo-
-Ya estámos con el amigo…- dijo Louis.
Me quedé callada, no estaba dispuesta a discutir ese tema con nadie.
-Bueno, pues que sepáis que hemos ganado, así que nos tenéis que invitar a cenar mañana- dijo Niall.
-Joder, ¿los ingleses sólo apostáis cenas?- dije. Las chicas reímos primero, los chicos nos miraron y se tuvieron que reír porque sabían que tenía razón.
Ed y Ashton se fueron sobre las 20:15, y nosotros nos metimos en la ducha en lo que llegaban las pizzas.
Cenamos, y me metí en la cama temprano, porque mañana tenía que madrugar.

*A la mañana siguiente*
Sonó el despertador a las siete y media. Me sobresalté y lo apagué.
Bajé a desayunar, todos estaban durmiendo.
Cuando terminé, subí al baño, me lavé la cara, me vestí, y me recogí en el pelo una coleta alta bien peinada.
Me puse mis vaqueros oscuros, con mi blusa blanca y unas cuñas negras.
Me metí en mi habitación, cogí la maleta y mi bolso, donde metí el portátil, prefería tenerlo a mano para el viaje en avión.
Entre una cosa y otra me dieron las 8.25h. Pedí un taxi que tardó unos diez minutos en llegar.
Subí, y le mandé un whatsapp a Rob, diciendole que ya iba de camino. Llegué a su edificio a eso de las 8:40h, dónde me esperaba en la puerta. Dejó la maleta en el maletero y subió al coche. Indicamos al conductor y fuimos camino al aeropuerto.
-¿Nerviosa?-
-No demasiado-
Hablamos de todo un poco hasta llegar.
Rob pagó el taxi y nos metimos dentro del aeropuerto.
Facturamos las maletas y nos sentamos a esperar a que nos llamaran.
-Atención  por favor, el vuelo con destino a Sevilla (España) se retrasará una hora, disculpen las molestias- -Genial- dije en voz alta un poco desesperada.
-No te preocupes, nos sentaremos aquí un rato- dijo señalando unas sillas de plástico.
-Bueno, cómo esto va para largo, me voy a dormir un rato- cogió un almohadón y se recostó en el asiento.
Esuve observando aquel sitio, había otra fila de sillas detrás nuestra. Y otra delante.
No sabía qué hacer, así que fui a coger el móvil para pasar por twitter.
Rebuscando encontré algo que no me sonaba haber metido en el bolso. Lo saqué, y era un CD, en el que ponía escrito a permanente “Para Nerea”.
Me quedé mirándolo extrañada, así que lo metí en el portátil para ver el contenido. De inmediato me salió en la pantalla un video. Era Niall sentado en un sofá.
*Video* -Hola Nerea, seguramente te preguntarás qué hace este cd en tu bolso, pues, culpa de Louis, que insistió en que hiciera esto, pero, verás, antes de que te vayas, me gustaría decirte algo importante. El hecho de que esté haciendo esto, es porque estoy completa, absoluta, y ciegamente enamorado de ti, se que me comporto cómo un niñato después de besarnos, pero, siento que me das la vida cada vez que lo haces, por unos segundos me siento el hombre más afortunado del mundo, y quería que lo supieras. Que me matas cada vez nos miramos y no dices nada, ni yo tampoco, que lo único que hace que siga en esa casa, eres tú, porque me haces feliz cada vez que ríes, y me hundes cada vez que lloras. Se que es un poco tarde para decirte todo esto, pero, lo hago así porque me intimidas- ríe. -Quiero decir, que ya me lo he planteado muchas veces, pero me falta aire cada vez que voy a hacerlo. Y dicho todo esto, puedes hacer dos cosas. O irte con Rob a España cómo tenías pensado, o darte la vuelta, besarme, e ir conmigo, porque estoy justo detrás de ti. *Fin del video* Después de esas cuatro últimas palabras, cerré el portátil, y lo dejé en el suelo, me levanté, y me di la vuelta.
El estaba de pie, con una bolsa de deporte colgada de una mano, y un poco cabizbajo. Me miró, con una cara un poco entristecida.
Me crucé de brazos y le miré seria.
Cogí aire, y me abalancé sobre él.
Me cogió, y nos fundimos en un tierno y largo beso.
  

lunes, 5 de agosto de 2013

Capítulo 19


-Nerea, ¿estás de coña?, tú si que eres imprescindible en mi vida, y yo solo soy un capullo que hace llorar a la persona más importante de…, bueno, a una persona tan importante, soy un capullo por tenerte aquí, disculpandote por algo de lo que tú no tienes culpa-
-Harold…, en parte si que tengo culpa-
-No, no la tienes, si estás enamorada de Niall, pues adelante, yo no soy nadie para decirte nada ni hacerte lo que te hice esta tarde-
Le miré a los ojos mientras me recogía parte del pelo detrás de la oreja.
-Gracias de nuevo- sonrío, y me sonríe.
-Anda, vete a descansar, que mañana será otro día-
-Tienes razón- me incliné para darle un beso en la frente, me levanté de la cama, agarré el pomo de la puerta…
-A propósito- interrumpió. Me di la vuelta. –Me encanta que me llames Harold…- rió. Yo esbocé una pequeña sonrisa.
-Buenas noches- dije terminando de salir de la habitación.
Cerré la puerta, y suspiré profundamente… -¡qué alivio!- pensé.
Entré en mi habitación, me puse el pijama, me quité el maquillaje y me acosté.
*A la mañana siguiente*
-¡Vamos dormilona!- escucho de fondo. Noto una mano en la cadera que hacía que me balanceara suavemente. Levanto la cabeza y entreabro un ojo.
-Y me lo dices tú- cierro el ojo, vuelvo a tumbar la cabeza, y sonrío.

-Oye, no te pases eh, que para un día que me levanto temprano…- rió.
Yo sonreí y solté un pequeño gemido. Noté como se sentó a los pies de la cama.
-¿Sabes? Ayer se me olvidó, pero quiero que tengas por seguro que siempre voy a estar a tu lado, aunque a veces no lo notes, siempre estaré de tu parte ¿vale?-
Abrí los ojos de inmediato y me incorporé.
-¿Siempre, siempre?- pregunté sonriendo.
-Sí, menos cuando te toque limpiar o ir a hacer la compra, y me pidas que te sustituya- ambos reímos.
-Muchas gracias pelopo- reí, le revolví  el pelo y me levanté de la cama.
-¿A quién llamas tu pelopo?- dijo levantandose de la cama.
-Eso te ha dolido eh…- dije mientras me estiraba.
-Hmmm, no-
-¿no? ¿seguro?- le miré de reojo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Pero mira que eres mala- vino corriendo hacia mí, y me colgó de su hombro derecho.
-Hazza no, que vomito- dije mientras Harry bajaba la escalera entusiasmado.
Llegamos abajo, y  todos estaban desayunando. Giraron las cabezas nada mas escuchar mis risas.
Harry me dejó en el suelo, y automáticamente, me puse seria al ver la cara de “pero que cojones…” de los demás.
-Buenos días- carraspeé.
-Buenos días- respondieron todos unísono.
Me dirigí a la encimera a prepararme un café.
-Cógeme una taza- me pidió Harry.
-Tranquilo, yo te lo preparo- respondí.
-Gracias- me besó la mejilla.
Creo que todos estaban flipando, pero me daba igual. Creo que siempre he sido una de esas personas a las que le da igual quién esté alrededor, siempre voy a hacer lo que tenga que hacer. 

Me senté a desayunar con los demás. El desayuno se basaba en; 1- miradas incómodas entre todos, 2-sonrisas falsas entre todos 3- Toses para despistar/ disimular.
Creo que era el peor desayuno que podía tener, así que decidí romper un poco el hielo.
-Podéis hablar eh, que estando así no ayudáis, al contrario, empeoráis la situación- comenté.
Sonrieron pero nadie contestaba.
-No habrá nada que contar…- dice Niall.
-Claro- dije de mala hostia. Les miré a todos con cara de asco, le pegué el último trago a mi café, y me levanté brúscamente de la mesa.
Subí a mi habitación a ponerme algo de ropa, la verdad, prefería irme a correr, antes de estar en casa encerrada todo el día.
Me estaba terminando de poner la camiseta cuando me sonó el móvil.
*Conversación telefónica*
-¿Hola?-
-Hola fea-
-¡Hermanito!-
-¿Cómo está mi british girl favorita?- rió.
-Divinamente- reí.
-Me alegro cielo-
-¿A que se debe esta llamada tan inesperada?-
-¿No te alegras de que te llame?-
-Si, sí, si me ha encantado, pero ayer justo hablé con mamá-
-Verás, tengo una noticia importante que darte-

*Narra Harry*
Las chicas terminaron de desayunar, y se a recoger la cocina, mientras que nosotros la limpiabamos.
Apenas hablábamos.
-Oye- interrumpí. -¿N creéis que Nerea lleva razón? Joder, ayer lo pasó mal, y vosotros estáis así hoy, sois su único apoyo, e intentáis “disimular” algo que no se puede, por que la que se lió ayer fue…-
-Chicoooooooooooooos- escucho a Nerea gritar entusiasmada corriendo escaleras abajo.
-Madre- interrumpe Liam.
-Chicos- dice Nerea en la puerta de la cocina respirando agitadamente con el teléfono presionado en el pecho. –Me vuelvo a España- dice sonriendo.
-¿¡Cómo!?- responden todos asustados.
-Que sí, no os preocupéis, es solo temporal-
-Pero, ¿por qué? Sabemos que lo de ayer…- dice Louis.
-Ey, eyeyeyeyeyeyyyyy, frena. ¿Quién te ha dicho que…? Bueno, da igual, el caso es que me voy de boda- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿TE VAS A CASAR?- pregunta Cristi asustada.
-No idiota, es mi hermano, que se casa con Ainhoa-
-¿En serio?- responde Andrea entusiasmada.
-Sí, por lo visto tenían la fecha desde hace tiempo, pero cómo sabían que me venía, no querían que me quedase allí-
-¿Y cuando se casan?- pregunta Liam.
-Esta semana-
-¿¡Qué dices!?- responde Liam.

-Que sí joder- responde. –Esperad- se lleva el teléfono a la oreja: -Bueno hermanito, ya está, pero no me va a dar tiempo a pillar vuelo de aquí al sábado-
-….-
-¿Cómo dices? No me va a dar tiempo de recoger todo-
-….-
-¿Entonces lo dejo aquí?-
-…-
-Vale, te quiero, te quiero, tequierotequierotequieroooo-
*Fin de la conversación telefónica*
*Narra Nerea*
-Vale, esto es una locura, pero ya me han comprado dos billetes de ida y dos de vuelta, y salgo mañana mismo- dije.
-¿S, s, s…¿sales mañana ya?- pregunta Harry.
-Así es, me han dicho que no es necesario que lleve equipaje, que será solo esta semana, y que allí dejé mas ropa, y que ya me comprarán un vestido…y todas esas cosas-
-¿Y para qué te compran dos de ida y dos de vuelta?- pregunta Silvia.
-Por si quiero llevar acompañante-
-¿A quién vas a llevar?-
-No lo se, podéis echarlo a suerte-
-No sabes lo que acabas de decir- dice Liam echándose las manos a la cabeza.
-Bueno yo salgo, en media horita estoy de vuelta-
-¿A dónde vas?- dice Mayka.
-A sacar los billetes-
-Te acompaño- dice Cristi.
-No, gracias pero no, prefiero ir sola-

Llevaba un chándal corto y unas chanclas, tampoco me iba a cambiar para ir a la papelería más cercana.
Salí de casa y llegué hasta una pequeña imprenta.
                                                                  **************
Había un hombre apoyado en el mostrador, de espaldas a la puerta y con la cabeza gacha.
-Disculpe, me gustaría imprimir un…- el hombre se dio la vuelta -¿Rob?- dije riendo un poco sorprendida.
-¡Nerea!-
-Madre, ¿qué haces aquí? ¿también es tuya la papelería?-
-¿Qué? No, no, para nada. Es solo que venía a sacar unos curriculums-
-Entiendo…¿vives por aquí?-
-Sí, justo en el tercero del edificio de en frente. Tercero A, concretamente-
Le sonreí.
-¿Y tu?- me pregunta.
-Yo vivo a un par de manzanas de aquí-
-Ya está caballero- le dijo un hombre mayor, que salía de un cuartito.
-Gracias- le responde cogiendo unos papeles de su mano.
-Oye, Nerea, te invito a tomar algo y charlamos-
-Está bien, pero si me esperas un momento a que saque una cosilla-
-Hecho- me respondió.
Imprimí los billetes, y me fui con Rob a un bar que había a la vuelta de la esquina.
  Nos sentamos en una mesa a charlar.
-¿Eres de Sheernes?- me pregunta.
-No, verás, yo soy española-

-¿No me digas? Yo soy de Dinamarca- 

-¿En serio?- asiente con la cabeza. –y…¿has estado alguna vez en España?- le pregunto con una mirada peculiar, porque se me había ocurrido una idea genial.
-Pues, no, la verdad. Siempre he tenido curiosidad por la cultura española, pero no he tenido la oportunidad de ir-
-Perfecto, ¿te vienes a España conmigo?-
-¿Cómo dices?-
-Verás, tiene su explicación; mi hermano se casa el sábado y…-
-Un momento, para-
-Oh, lo, lo siento, debí imaginar que tenías novia, lo siento-
-¿Qué?, es decir, no, no tengo, pero me resulta extraño que una chica que me conoció hace dos días de atropellarme con un carrito de la compra, me pida que me vaya de viaje a la boda de su hermano… ¿el viernes?-
-No, mañana-
-¿Mañana? ¿estás loca?-
-Sí-
-Está bien, pero solo si me ayudas a hacer la maleta-
-Trato hecho- le dije tendiéndole la mano.
-Pues ya perdemos tiempo, ¿a qué hora es el vuelo?-
-A las diez de la mañana tenemos que estar en el aeropuerto-
Pedimos la cuenta, y me llevó a su casa para preparar la maleta.
Llegamos, y vi que era un piso muy muy grande, había muchísimas fotos.
-Perdón por el desorden-
-No te preocupes, estoy acostumbrada- dije mirando los cuadros colgados en la pared.
-Acompáñame- dijo cogiéndome de la muñeca.
-¿Vives solo?-

-No, vivo con mi hermana pequeña. La rubia que viste al lado mía ayer-
-¿Tú vives sola?-
-¿Sola? Vivimos diez personas en la misma casa, pero es grande, tiene tres plantas y…- me interrumpió mi teléfono. –Perdona- Me di la vuelta para descolgarlo.
*Conversación telef´nica*
-¿Liam?-
-Nerea, ¿dónde estás? ¿te encuentras bien?-
-Sí, estoy muy bien-
-Vale, es que cómo dijiste que estarías de vuelta en treinta minutos… me he preocupado-
-Ya…, verás, es que me he encontrado con un amigo… y, bueno, dile a las chicas que no discutan más, que ya tengo acompañante-
-Oh…, es decir…, ah, bueno, vale-
-Liam, toda va bien ¿vale? No te preocupes, se lo que hago-
-Claro, un beso-
-Adiós cielo-
*Fin de la conversación telefónica*
-¿Te reclama tu novio?-
-No, que va, no tengo novio-
-Ven, ayúdame con esto-
Le ayudé a preparar la maleta entera.
-Oye, son las dos de la tarde, creo que me voy ya-
-Ya que estás, quédate a cómer-
-No, no gracias, de verdad-
-Bueno, dame tu numero de teléfono, y hablamos para lo de  mañana-

-Mañana te recojo a las nueve-
-Está bien, adiós-
Ns dimos dos besos, y fui de vuelta a casa.
Nada más llegar, metí los billetes en el cajón de la ropa interior de mi cuarto, y bajé a comer.
Estaban sentados en el salón.
-¿Estáis en huelga de hambre?- dije mientras me sentaba en el sillón.
-Nerea, ¿con quién vas a ir?- dijo Andrea con un tono de decepción.
-Lo siento, no quería elegir favorita, así que me voy con Rob-
-¿Quién es Rob- pregunta Louis.
-Harry,¿ recuerdas al chico de la puerta del supermercado?, y vosotras, chicas, ¿recordais al joven que me regaló el pañuelo?- asintieron. –Pues ese es Rob-
-Me parece una gilipollez que hagas eso, ni lo conoces cómo para invitarle a un viaje-
-Vamos Zayn, hemos estado juntos, me lo encontré en la papelería esta mañana, y estoy segura de que no me va a pasar nada con él, es un buen chaval. Y os recuerdo, que vosotros tampoco nos conocíais demasiado cuando nos invitasteis a pasar el resto del verano con nosotras- todos se tuvieron que callar ante eso último que había dicho. –A si que, os guste o no, pienso ir con él- me levanté del sillón y fui a la nevera a coger un par de yogures para comer.


domingo, 4 de agosto de 2013

Capítulo 18


-Vamos, tranquilizate- me dice Zayn sin dejar de acariciarme la pierna, los demás se dispersaron, algunos subieron a ver a Harry, y otros a ver a Niall, mientras y seguía con Andrea y con Zayn.
Escucho mi teléfono sonar, rápidamente me levanto y voy a buscarlo.
Lo cojo: Llamada entrante- Mamá. Me seco las lágrimas y sollozo un par de veces, cojo aire, me siento y descuelgo.
*Conversación telefónica*
-¡Mami!-
-Hola bebé, qué tal estás?-
-Genial mamá- mentí. Unas cuatro lágrimas cayeron. Intenté aguantar el llanto, pero se me escaparnos unos suspiros.
-¿Por qué lloras mi niña?-
-Te echo de menos mamá-
Las chicas se apoyan en el premarco de la puerta, las miro, pero sigo a mi conversación inmediatamente.
-Tranquila pequeña, en apenas dos meses nos veremos- rompí a llorar, por dos motivos, creo que eso era lo peor que me podría haber dicho. Primero porque se me antojó uno de esos abrazos de oso que ella me solía dar cuando me encontraba mal, y cuando me llevaba una taza de chocolate caliente con nubes a la cama, siempre lo había hecho, desde que era pequeña, y a veces se echa de menos el cariño de una madre. Y segundo, porque ha dicho en menos de dos meses, quiere decir, que ya se me estaba acabando el tiempo de estar con los chicos, y no quería cagarla ahora.
-Lo sé mamá- dije un poco más tranquila.
-Te quiero nena-
-Y yo mamá-
*Fin de la conversación telefónica*

Tiré el teléfono a un lado de la cama, y me puse las manos en la cara.
-Tranquilizate- pensé. –No pasa nada- eso hizo que ya me calmara del todo y dejara de llorar.
Las chicas seguían en el premarco de la puerta sin hacer nada. Parecían preocupadas.
-Podéis abrazarme ¿no?- sonreí.
La cara de todas se iluminó, y salieron corriendo a tirarse encima mía.
-Os quiero- dije riendo.
-Y yo bipolar- dijo Mayka.
-Anda, ve a darte una ducha, que nos vamos al paseo marítimo nosotras solas y cenamos por ahí, así compensamos lo de esta mañana- dijo Cristi.
-Arréglate eh…, verás cómo a la vuelta te encuentras mejor- dijo Silvia.
-Gracias- dije sonriendo.
Cogí un vestido negro, de palabra de honor, que me quedaba muy ajustado y me llegaba un poco más arriba de las rodillas, con unos tacones de plataforma negros.
Me metí en la ducha, y me llevé un buen rato, pero creo que salí con el pelo más limpio que nunca.
Me lo sequé, me puse ropa interior, y me maquillé.
Tampoco tenía muchas ganas, así que solo me pinté la raya de arriba del ojo, y me pinté los labios de un rojo pasión. En el pelo me lo dejé tal cual, me puse un poco de espuma, para definir la ondulación.
Me puse el vestido, y finalmente los tacones. Cogí el bolso, metí el dinero, y el móvil, y bajé al salón a ver si las chicas estaban listas.
Entré en el salón y vi a los chicos sentados en los sofás, que levantaron la mirada nada más escuchar los tacones.
-Wow- dijo Zayn.
Le sonreí, y salí de allí.
No quería parecer borde, pero cuanto menos tiempo pasara cerca de aquella escena, mejor.
Me fui a la cocina a esperarlas, mientras me bebía un vaso de agua y encendía un cigarro.
Andrea bajó con su vestido rojo, y los tacones negros.
Le seguía Silvia, con un vestido azul marino, un poco más suelto, pero muy bonito, y unas plataformas color oro.
Cristi se puso uno morado, ajustadito,  pero con tirantes, y unas plataformas negras.
Por último, Mayka bajó con unos pantalones cortos negros de encaje, con una blusa blanca, y unas plataformas negras. Me encantaba ese conjunto – ya se lo pediré algún día- pensé en cuanto la vi bajar.
-Todas listas, vámonos- dijo Silvia.
Cristi ya había llamado a un taxi.
 
                                                 **********

El paseo era enorme, había miles de puestos de todo tipo. A mí me gustaban los hippies, y me compré unos pendientes de coco, y un anillo a juego.
Las chicas también se compraron brazaletes y collares. Ya nos habíamos recorrido casi todo el paseo, solo nos quedaban unos 5 puestos por ver.
Estabamos paseando lentamente, fijandonos en cada puesto, cuando de repente, ví un pañuelo super bonito, y me tuve que acercar al puesto a mirarlo de cerca.
-Benditos los ojos- escucho al lado mía.
Giro la cabeza ligeramente, y me encuentro al mismo chaval que atropellé con el carro esa misma mañana. Le sonrío, ya que me agradó ese comentario.
-Hola- le respondo. Las chicas venían detrás mía, pero se quedaron al margen.
-No tuve la oportunidad de presentarme esta mañana, me llamo Rob- dijo tendiendome la mano.
-Yo soy Nerea- le aparté la mano y le di dos besos, sonrió a mi reacción.
-¿Paras mucho por aquí?-
-No, la verdad es que no-
-Bueno, yo…- le interrumpe una chica rubia, unos dos palmos mas baja que yo.
-¿Cuál te gusta mas?- le pregunta señalando dos collares. –Oh, lo siento, no quería inerrumpirte- le dice.
-No, yo ya me iba- le respondo.
-¿Te gusta?- dice Rob señalando el pañuelo que tenía entre las manos.
-Eh…, sí..- respondo.
Me lo quita de las manos y me lo pone alrededor del cuello.
-Llévatelo-
-No, no soy de hacer esas cosas- respondo quitándomelo del cuello.
-No seas tonta- me para las manos para que no me lo quite. –Yo soy el dueño del puesto, y te lo regalo-
-Oh…, muchas gracias, pero no puedo aceptarlo-
-No me hagas el feo, llévatelo- me sonríe.
Me quedo pensativa unos segundos, le miro, y asiente con la cabeza.
-Bueno, está bien- reí. –Me voy que me esperan para ir a cenar-dije señalando a las chicas.
-Está bien-
-Gracias, de nuevo-
Volví a las chicas.
-¿Nos vamos?-
-¿Quién era ese Nerea?- pregunta Andrea.
-Un amigo, al que atropellé esta mañana- reí.
-Ese restaurante es japonés, he oído hablar mucho de él- dice Cristi señalando la zona de restaurantes.
-Ya…- dice Mayka. Todas, incluida Cristi, empezamos a reírnos a carcajadas.
Era la manera de decir, que donde haya un restaurante de comida rápida, que quiten lo demás.
A sí que nos metimos en un Pizza Hut.
Terminamos de cenar, y decidimos ir a tomar unas copitas.
No nos pasamos demasiado, porque no era plan de llegar a casa  borrachas después de la que se había liado…, pero si contentillas.
Terminamos y volvimos a coger dos táxis de vuelta a casa.
 
                                                        ************
Llegamos, nos bajamos de los coches, y empecé a cantar, o mejor dicho, cómo antes, a gritar.
No porque estuviese borracha ni nada, sino, porque me apetecía.
*Narra Harry*
Seguíamos sentados en el sofá, cuando escuché unos gritos fuera de casa. Reconocería esa forma de cantar en cualquier parte.
-Ya vienen borrachas- dijo Zayn.
-Madre mía-  dijo Louis.
-No os creáis, canta así de mal sin estarlo- dije.
-Esto es para verlo- dijo Liam asomado a la ventana.
Nos asomamos con el, y vimos a las chicas “bailando la macarena” en jardín de casa.
Todos comenzamos a reír, por el escándalo que se estaba formando.
-Bueno, puede que un poco borrachas si que estén- reímos.
-No quiero estar aquí cuando entren en casa, yo me voy a dormir- dijo Niall.
Se escucharon las llaves en la puerta, a todo esto, seguían cantando.
Fueron entrando, y se escucharon risas, y a Andrea mandando a callar mientras reía. Supongo que se pensaría que estábamos durmiendo.
-Qué dolor de piés, madre mía-  dijo Mayka susurrando.
-Shhhh, que es tarde, dijo Cristi entrando al salón.
En ese momento se escuchó un eructo, no sabría diferenciar muy bien quién fue, pero inmediatamente se empezaron a reir todas a carcajada limpia, pero en voz baja.
Se quitaron los tacones y los dejaron en el salón, supongo que para no hacer ruido al subir las escaleras.
-Hombre, si estáis aquí- dijo Silvia.
-¿Cuánto tiempo lleváis aquí?- Preguntó Mayka.
-Lo suficiente cómo para veros bailar la macarena- respondió Liam.
-Oh, mierda- dijo Nerea echándose las manos a la cara.
-Que vergüenza- dijo Cristi.
-Yo me voy a la ducha- dijo Andrea.
-Yo voy contigo- dijo Cristi.
-Y yo- dijo Silvia.
*Narra Nerea*
Mayka me guiñó un ojo, y subió con las demás. Sabía lo que me tocaba hacer, así que…
-Harry- todos me miraron. -¿podemos hablar?- todos le miraron a él, que inmediatamente se levantó.
Subí escaleras arriba, le seguí y nos metimos en su habitación.
Se sentó en la cama, yo me quedé depie al lado de la puerta. La ventana estaba abierta, y la poca claridad que entraba era lo único que nos alumbraba.
-Yo…- cogí aire. – Harry lo siento mucho, yo…- solté todo el aire, e intenté no empezar a llorar otra vez. Me senté al lado suya. Le agarré las manos, y se las miraba mientras las acariciaba. –Harry, no se cómo explicartelo, pero lo de Niall y yo es raro, llevámos mucho tiempo así, y…- suspiré. –No entendí tu reacción de esta tarde. No entendí por qué te pusiste así, yo…, por un momento pensé que te perdía, y te quiero mucho cómo para permitir eso, ¿me entiendes?, me dejaste muy preocupada, y no quiero que nada nos pase, porque eres imprescindible en mi vida- yo seguía mirando sus manos entrelazadas con las mías.
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Aquí os dejo el 18 :) hoy he cumplido y he subido dos eh... jejejeje, pues lo de siempre, que espero que os guste, y besitos de Nutella<3

sábado, 3 de agosto de 2013

Capítulo 17



Me desperté por la mañana, no me costó mucho hacerlo, así que me levanté sobre la marcha, hice mi cama, me puse unas mayas cortas negras y una camiseta blanca con unos tenis, y miré la hora, las 13.42h -Dios mío- pensé. Me alteré, y corrí escaleras abajo, solo vi a Harry en el salón, cogiendo las llaves del coche.
-Harry, grité mientras corría escalera abajo-
-Hola- dijo sonriendo mientras ponía cara de extrañado.
Cómo iba bajando tan rápidamente las escaleras, llegué a el sin poder frenar. Antes de chocar se colocó los brazos en forma de cruz sobre su pecho.
Soltó un gemido de dolor, por que le pisé un pié.
-¿Qué haces?- pregunté.
-Me toca ir a comprar-
-¿Otra vez?-
-Somos diez, ¿recuerdas?-
-¿Y los demás?-
-Han ido a comer fuera y de compras con las chicas-
-¿Y no me despiertan?-
-Parece que no-
-Pues me voy contigo-
-Pues vamos-
Salimos de casa, y cogimos el coche, que estaba aparcado en frente de la puerta. Ibamos de camino, cuando se me ocurre un tema un poco delicado.
-Últimamente no estás tan cerca de mi cómo antes-
-¿Qué dices, Nerea?-
-Que hace días que te noto distante, ¿te pasa algo?-
-No, nada, es solo que, veo que me has sustituido por Louis-
-¿¡Qué!?, eso no es cierto Harry, solo que Louis hace que… desconecte un poco de todo- hice una pausa, y me miró de reojo. –Pero vamos, que una cosa no quita la otra, antes me hacías reír y ahora ya ni te acercas a mí-
Llegamos al parking del supermercado más cercano. Bajamos del coche, y justo en la puerta antes de entrar, estaban los carritos. Harry me dio una moneda, y fui a por uno. Metí la moneda, saqué la cadena y me di la vuelta, pero justo detrás de mí había un joven de unos 22 o 23 años, al que atropellé, pero el carrito rebotó y me aplasté el pié. Era rubio, con ojos marrones y su piel era blanca como la nieve.
-Lo, lo siento- sonreí incómoda.
-No te preocupes, apenas me has dado- responde sonriendo. Sonrío incómodamente, y me voy.
Llego hasta Harry y le sonrío.
-¿Qué ha pasado?-
-Nada, no tiene importancia-
-Pues, para no tener importancia, tienes un chorretón de sangre en la espinilla-
Agacho la vista y veo un par de gotas de sangre recorriendo mi pierna. Puse cara de sorprendida, porque ni me había dado cuenta.
-Pues me habré arañado- 
-Oh no, ¡Nerea no te mueras, yo te hago un torniquete, espera que me parto un trozo de la camisa!- dijo gritando. Me cogió en peso y me metió en el carro.
-¿Qué haces Harry?- reí a carcajadas por su reacción. Noté cómo todo el mundo nos miraba y susurraba, pero me daba igual.
-Hasta el infinito, y más allá- Agarró el carro, cogió impulso y salió corriendo hasta entrar al supermercado. Yo seguía riendo a carcajada limpia.
Entramos dentro, y compramos todo lo que se nos antojó. A todo esto, yo seguía subida en el carro.
-Tengo hambre- dije mientras entristecía la cara.
-No hay problema, estamos en un super-
Me llevó corriendo a la sección de bollería industrial, el pan y las galletas.
-Hola Nerea, soy el Dios de las calorías, estás en el paraíso- dijo con una voz grave.
-Hmmmm, quiero eso- dije señalando una caja de donuts de azúcar.
Abri la caja, y me comí uno.
Terminamos de corretear por el supermercado, y fuimos a la caja.
No me bajé, y la mujer se me quedó mirando.
-Esto también me lo cobras- dijo Harry señalándome. La mujer sonrió.
Me bajé, y ayudé a Harry a guardar la compra en bolsas.
Llegamos al coche, y le di un beso en la mejilla a Harry.
 – Gracias- le susurré.
Puso en marcha el coche, y sonaba en la radio “Can´t Hold Us”.
Los dos bajamos las ventanillas, y nos pusimos a cantar. Bueno, yo a chillar, por lo menos el lo equilibraba.
-¿Te he dicho alguna vez cuánto me gusta tu voz?- dije cuando terminamos de cantar.
-No, ¿Y yo a ti?-
-Hmmmmm, no- sonreí.
Ví que Harry tiró por otro camino, ni si quiera me molesté en preguntarle.
-Ya hemos llegado-
-¿Qué hacemos en la playa a las dos de la tarde?- reí.
-Vamos a bañarnos, que tengo calor- salió del coche y se fue andando. Quité las llaves y cerré el coche. Le seguí corriendo y del impulso me subí a su espalda.
-Pero, no tengo bikini-
-¿Quién ha dicho que te haga falta?- salió corriendo conmigo a cuestas y se metió en el agua.
-Vamos no me jodas- reí mientras respiraba agitadamente.
Nos salimos del agua, y esperamos un rato a secarnos antes de montaros en el coche.
Llegamos a casa y nos preparamos unos macarrones con tomate, apenas ensuciamos la cocina.
Estábamos terminando de recogerla cuando Harry interrumpe.
-¿Quieres aprender a hacer un pastel?-
-Manos a la obra- respondí.
Estuvimos hasta las 17.45h preparando el pastel, claro que, después de tirarnos kilos y kilos de harina, azucar y chocolate, nos tocó limpiarlo antes de que vinieran los demás. Estaba terminando de barrer, cuando Harry recibió una llamada al móvil.
-Hola-
-……-
-Pues muy bonito, nosotros aquí preparándoos la merienda, y vosotros por ahí- rió.
-……-
-Nuestro día ha ido muy bien, seguro que mejor que el vuestro-
-……..- 
-Adiós colega-
*Fin de la conversación telefónica*
-¿Todo bien?-
-Sí, era Zayn, que ya estan aparcando-
-Perfecto, pues venga, saca el pastel del horno, que voy sacando los platos-
Entraron todos y se dirigieron a la cocina.
-Hombre, ¡que sorpresa! Si hay tarta- dice Liam.
-¿Habéis visto no? Vosotros me abandonáis y yo os cuido y os hago pasteles- dije riendo.
Todos nos sentamos en la mesa del salón. Merendamos mientras nos contamos anécdotas que habíamos vivido durante el día, y por supuesto vinieron mis quejas de “Cómo no se os ocurre avisarme” pero en realidad estaba feliz, porque había pasado un buen día con Harry.
-Pues odio ir de compras, estoy molido y me duelen los pies- comenta Louis.
-Anda ya, seguro que te ha encantado probarte modelitos con unos buenos tacones- dice Mayka.
-Oye, Andrea, ¿tú grabaste vídeos en el parque no?- dice Cristi. Andrea asiente mientras se lleva el pastel a la boca.
-¡Veámoslo!- propone Silvia.
Cuando terminamos de merendar, se nos ocurre preparar unos cafés mientras Andrea se encarga de poner los videos.
Bajamos las persianas y echamos un poco las cortinas, y nos sentamos en los sillones y en el suelo.
*Primera grabación*
Andrea: bueno, hoy, día 12 de Julio de 2013, estamos en el parque de atracciones con los chicos. ¡Chicos Saludad! –Todos saludan a su manera-
Cristi: ¡Menuda cola!
Andrea: bueno -graba la entrada del parque, y vuelve la cámara hacia su cara- No hay duda de que va a ser un día grande. 
*Fin de la primera grabación*
Todos sonreíamos atentos a la televisión.
*Segunda grabación*
Andrea: Mayka, toda tuya.
Mayka: bueno, ahí tenemos a estos idiotas, que están empapados, porque se acaban de montar en una atracción de agua. –Todos mojados se colocan en frente de la cámara canturreando y con los pulgares arriba-
Cristi: ¡No vale! Por estar sentada la última he sido la que más se ha mojado… ¡Puff!
-Andrea y Nerea se graban de cerca- Nerea:¡Esto es la hostia! – Saca la lengua, guiña un ojo, y abraza a Andrea, que estaba seca.
Andrea: no puta, no me hagas esto.
*Fin de la segunda grabación*
*Tercera grabación*
Andrea: pues nada, ya estamos a punto de abandonar el parque, estámos subidos en la noria cómo se puede ver, y nos han parado en lo más alto, y al idiota de Louis se le ha cagad un pájaro. – Se oyen risas y gritos hacia la cámara- Y bueno, a Niall y a Nerea les ha tocado separados- los demás seguían a lo suyo- vamos a grabarles…- Andrea apunta a Nerea y a Niall- bueno, mejor lo dejo. Adiós.
*Fin de la última grabación*
Me quedé pálida, durante unos segundos me quedé embobada mirando la tele apagada. –No puede ser- pensé.
Miré a Andrea, que se echó las manos a la boca, y pude leer en sus labios un “ lo siento” dirigido a mí.
Volví a mirar pálida a la televisión. Los ojos se me hincharon. Noté cómo todos me miraban sorprendidos, menos Louis, que pude observar su cara de decepción. Miraba al suelo, me miraba, y negaba con la cabeza. Los hojos se me hincharon más, y las lágrimas estaban a punto de caer.
Miré a Niall, que me devolvió la mirada inmediatamente. Creo que estaba flipando al igual que yo, pero no me quitaba la mirada. Miré a Harry, que seguía mirando aquel televisor, con los ojos brillantes, encorvado con las manos en la barbilla, me miró con esos ojos color esmeralda, e incliné la cabeza. En ese momento Harry se levanta brúscamente y sube a paso ligero las escaleras.  
Me levanto, y salgo corriendo detrás suya.
-Harry espera- le grito mientras corro escaleras arriba.
Entra en su habitación y cierra de un portazo. Me paré cuando llegué al final de las escaleras.
-Harry- grito, ya llorando.
-Harry no- susurro sollozando.
Me siento en el último escalón a llorar, y no era un llanto silencioso, mis gritos de dolor se podían escuchar a kilómetros, pero, no sabía por qué lloraba así. Sentía decepción, y vergüenza a la vez.
Veo cómo todos  salen del salón y se quedan detrás de la barandilla de las escaleras, pero Andrea se sienta al lado mía y me pasa el brazo por encima de los hombros.
-Nerea, te juro que no me he acordado, perdóname-
Me apoyo en su hombro, ya más calmada. Mi respiración era irregular.
Todos me miraban con las cejas ligeramente arqueadas. Miro a Niall, agacha la mirada, y se va. En ese momento, me entraron más ganas de llorar. Zayn me acariciaba la pierna derecha a través de la barandilla para que me tranquilizara.
Louis me hizo una mueca extraña con la boca, y salió corriendo para meterse en el cuarto de Harry.
Sin exagerar, me quería morir. Y no sabía por qué le daba tanta importancia, pero realmente, ese momento me impactó mucho.